lunes, 2 de marzo de 2015

Día 11: Puerto Montt- Santiago/Fin de viaje

Me levanté y se puso a llover. Por fin podía justificar mi ropa impermeable y creer que se aminorarían los focos de incendio.

Fui feliz de salir de esa residencial. Llevé mis cosas al terminal y aproveché de comprar el pasaje al aeropuerto. Caminé bajo la lluvia hasta Angelmó, hace meses que no sentía llover.

Vi artesanía para comprar regalines, pero habían pocas cosas interesantes.

Me devolví al centro a imprimir mi ticket de embarque, caminé por la costanera y volví al terminal. Me junté con Leins que andaba por estos lados también y fuimos nuevamente a Angelmó a comer ceviche de salmón y a tomar unos vituperios.

Con Leins en Angelmó


Tomé el bus al aeropuerto y esperé mi vuelo feliz.

Termino este viaje con la felicidad de volar nuevamente. Fue mi primer viaje sola y creo que es tan bueno y gratificante como hacerlo acompañada. 

Hubiese querido recorrer más lugares alejados, bañarme en más lagos, recorrer más senderos, pero decidí viajar más veces por año y hacer este viaje más corto.

Y aquí estoy nuevamente, feliz de estar en Santiago, porque me encanta la ciudad, me encanta su ruido, su gente apurada, sus parques y sus edificios, los amigos, mi familia, mi gato y el olor a detergente en la ropa.

Almuerzo en Angelmó: tickeado
Volver a casa: doble ticket