La guardaparque estaba sentada afuera de la caseta haciendo nada. Pagué $2.000 y pasé al principio del recorrido: Puente Frutillar.
Puente Frutillar es un puente vehicular desde donde se puede ver una súper duper mini cascada, igual de bonita que las Siete Tazas, pero versión individual.
Seguí caminando guiada por el mapa que me dieron en la entrada. Estaba en eso cuando aparece una pollito; morí de susto, pero me armé de valor y saqué la foto.
Después del impasse, llegué al mirador de las Siete Tazas, aunque creo que conté 8 (?)
El camino, si bien tiene barandas y algunos escalones, es muy poco accesible para personas con problemas de movilidad, o sea, ni por si acaso es un paseo para ir con la abuelita, a diferencia de Laguna Verde, Saltos del Petrohué y Ojos del Caburgua.
Al final del recorrido está el mirador Salto de la Leona. La misión es llegar hasta la base del salto, y para eso, hay una bajada de unos 10 minutos, casi sin descanso.
El agua es muuuy helada, pero no falta quien se baña igual para la foto. Estuve ahí media hora.
La subida fue del terror.
Me devolví al camping a hacer la mochila. Hice fideos y me los comí sentada en una piedra.
Seguí caminando guiada por el mapa que me dieron en la entrada. Estaba en eso cuando aparece una pollito; morí de susto, pero me armé de valor y saqué la foto.
Después del impasse, llegué al mirador de las Siete Tazas, aunque creo que conté 8 (?)
Saqué puras fotos malas |
El camino, si bien tiene barandas y algunos escalones, es muy poco accesible para personas con problemas de movilidad, o sea, ni por si acaso es un paseo para ir con la abuelita, a diferencia de Laguna Verde, Saltos del Petrohué y Ojos del Caburgua.
Al final del recorrido está el mirador Salto de la Leona. La misión es llegar hasta la base del salto, y para eso, hay una bajada de unos 10 minutos, casi sin descanso.
La subida fue del terror.
Me devolví al camping a hacer la mochila. Hice fideos y me los comí sentada en una piedra.
A esa hora el camping estaba practicamente vacío. Desarmé la carpa y fui al bus, y después de 2 horas llegué a Molina. Tomé el minibus a Curicó y dormí ahí esa noche. Retorno a Santiago. Fin de viaje.